Al menos a mí me lo parece. Quizá sea porque cada vez me meto en más cosas, o tardo más en hacerlas o pierdo el tiempo en otras que no me llenan. Lo que tengo claro es que que cada vez me falta más tiempo, cada día necesito 30 horas en lugar de 24, cada día me voy a la cama con la sensación de tener cosas pendientes....
Hoy lo he visto claro, después de mucho tiempo me he dedicado unos minutos para mí mismo, me he ido a dar un paseo, solo, sin prisas, sin rumbo y sin hora de vuelta. Y he descubierto una sensación extraña, el tiempo pararse, el estress se esfuma y el mundo se detiene. Ójala fuera siempre así, ójala no llegue el lunes y su hora punta.
Pero llegará, qué remedio. La solución estará en ser más productivo y saber distinguir aquellas cosas que realmente merecen la pena y las que te hacen perder tiempo. Qué difícil.