sábado, 24 de octubre de 2009

Regalar tiempo

Hoy he visto un anuncio de una ONG, su título era algo así como "Regálalanos algo de tu tiempo". Ésto, de primeras, parece un regalo sin sustancia y sin valor. Pero, no quiero abusar de tópicos, el tiempo es oro y pensándolo friamente, es uno de los mejores regalos que podemos hacerle a alguien: una parte de nuestro tiempo.
Al menos a mí me lo parece. Quizá sea porque cada vez me meto en más cosas, o tardo más en hacerlas o pierdo el tiempo en otras que no me llenan. Lo que tengo claro es que que cada vez me falta más tiempo, cada día necesito 30 horas en lugar de 24, cada día me voy a la cama con la sensación de tener cosas pendientes....
Hoy lo he visto claro, después de mucho tiempo me he dedicado unos minutos para mí mismo, me he ido a dar un paseo, solo, sin prisas, sin rumbo y sin hora de vuelta. Y he descubierto una sensación extraña, el tiempo pararse, el estress se esfuma y el mundo se detiene. Ójala fuera siempre así, ójala no llegue el lunes y su hora punta.
Pero llegará, qué remedio. La solución estará en ser más productivo y saber distinguir aquellas cosas que realmente merecen la pena y las que te hacen perder tiempo. Qué difícil.

2 comentarios:

Tati dijo...

Puf que dificil es eso de la perdida de tiempo, por mucho que lo intento siempre acabo el día con la sensación de que no lo he aprovechado al máximo y que he perdido un poco de mi vida en cosas insustanciales. Lo único que tengo claro es que de un tiempo a esta parte he dedicido dedicar al menos unos minutos del día para mí misma, creo que es algo que todos necesitariamos aplicar.

Chisme dijo...

unas reflexiones:

muchas veces no se trata de la cantidad de cosas que se hacen, sino del orden en que se hacen y la intensidad con que se hacen.

muchas veces me descubro navegando por océanos lejanos en lugar de centrarme en lo que estoy haciendo, y ese tiempo navegado es tiempo no aprovechado en lo que en ese momento importa.

y sí, cuando regalas tu tiempo porque estás convencido de ello y porque realmente quieres y te apetece, ese tiempo se transforma en algo importante y útil para ti y sobre todo para los demás, la satisfacción que eso te produce no tiene medida, te lo digo por experiencia.

la lástima es que en un mundo tan mercantilizado hasta el tiempo regalado se ha convertido en una moneda de cambio.